Nuestro segundo día en Viena amaneció un pelin fresco pero soleado para a lo largo de la mañana hacer bastante calor y tener que quitar la chaqueta y estar en manga corta, que por cierto, según nos han dicho este tiempo soleado no es normal en esta época del año ya que debería estar frío e incluso nevando ya.
Dejamos el hotel echando el último vistazo al ayuntamiento de Viena, para dirigirnos al museo Albertina donde teníamos la cita con el guía del free tour por Viena, pero antes pasamos por el parque Volksgarten donde hay una estatua de la emperatriz Sisi y el templo de Teseo.
Nuestro guía era un austriaco que hablaba perfectamente español con acento canario, contó que se había criado en las islas y por eso hablaba así. Era muy bueno aunque el grupo del free tour en español éramos más de 50 personas, nos explicó que hay muy poca gente que los haga, porque el sistema exige muchas cosas para poder ser guía oficial(en mi opinión, los austriacos ponen las cosas difíciles a aquellos que provienen de otro país a posta), es cierto que nosotros buscamos por Internet y es el único free tour que encontramos en castellano. Nos llevó por el palacio Hofburg es un conglomerado de edificios, y hoy en día cada edificio tiene una función, uno es el museo de Sis, otro, la biblioteca nacional, otro la escuela española de equitación, etc. El palacio fue residencia oficial de los Habsburgo y ahora lo es del presidente de Austria.
Evidentemente te cobran por entrar a cada, museo si vas a ver el museo de Sisi o más bien los apartamentos donde vivió te cobran 12€, si vas a ver la biblioteca una de las más impresionantes del mundo 7€ y así suma y sigue cuando acabas las visitas estas sin un euro.
Siguiendo con el free tour después de hora y media hicimos una pequeña parada al lado de karntner atravesar una calle peatonal llena de tiendas donde te cobran por un iman de la nevera 5€ como poco.
Proseguimos la visita yendo a la plaza de la catedral para continuar con la explicacion, y más tarde fuimos al barrio judio a la plaza más antigua de Viena y del que solo queda el nombre a ver el reloj Anker que tiene 12 personajes históricos que forman parte de la historia de Viena, como Marco Aurelio, Carlomagno, Maximiliano I, Maria Teresa de Austria, etc. Y terminamos el free tour en la única iglesia románica de Viena.
Una vez finalizado el freeTour, nos fuimos a comer unas salchichas vienesas con una cerveza.
Después de comer, nos fuimos a dar un paseo por Viena, esta vez saliéndonos de lo más turístico dejando atrás el distrito 1(centro ciudad) para ver algo más, caminamos por las calles y nos encontramos la iglesia de San Carlos Borromeo, mandada construir por Carlos V después de una promesa hecha durante la época de La peste negra, en pocos sitios hemos oído hablar de ella y sin embargo es magestuosa y muy bonita.
Seguimos nuestro camino y nos encontramos con la embajada española y como no había una fiesta!!!, pero nadie nos invitó 😔
Siguiendo el paseo nos encontramos con un parque al fondo del cual vimos un edificio que nos llamo la atención y dirigimos nuestros pasos hacia allí, acabamos delante del museo de la historia militar de Viena, el más antiguo del mundo y el más grande construido para tal fin.
Poco a poco empezaba a caer la noche tocaba ir a la estación de tren para volver a Budapest, en el tren el mismo sistema que la vuelta buscar un sitio que no estuviera reservado o que la reserva no coincidiera con alguna de las paradas que nos quedaban hasta destino.
Había dos cosas que en teoría deberíamos haber hecho y no hicimos que son: ir a tomarnos algo al cafemas antiguo de Viena el café Central y tomar un café con un trozo de tarta en el hotel Sacher muy famoso en Viena pero lo de hacer un par de colas larguísimas no entraba entre nuestros planes.
Antes de venir a Viena mucha gente me dijo que era impresionante, y preciosa, no discutiré en ningún momento con nadie esas palabras ya que los edificios son enormes y no es para nada fea pero la Viena imperial que yo vi parece artificial, la mayoría de los edificios son de un blanco impoluto, con lo que a mis ojos no parece una ciudad de verdad con sus fachadas imperfectas y en algunos casos sucias, en Viena ves andamios y grúas porque es una ciudad en constante rehabilitación. Los edificios imperiales son de estilo barroco unos, neoclasicos otros, alguno renacentista pero en realidad el estilo no se corresponde con la fecha de creación ya que son de la época De Francisco Jose I y de su esposa la emperatriz Sisi, a la que algunos consideraron díscola y otros ser una mujer adelantada a su tiempo.
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