miércoles, 10 de octubre de 2018

El encanto de Budapest

Amaneció  con sol y la temperatura estupenda para estar en manga corta, habíamos visto la basílica San Esteban pero no habíamos subido a su cúpula así que hoy lo primero que hicimos fue acercarnos para subir había algo de cola pero fue rápido lo de sacar la entrada que vale 600 florines y al cambio no llega a 2 €, las vistas arriba son muy bonitas, y es que aquí ningún edifico puede ser más alto que la torre de la basílica ni que la torre del parlamento. Puedes subir por las escaleras que son 364 o bien en ascensor, y como no, subimos y bajamos y bajamos por las escaleras,  hoy iba a ser el día de las escaleras.
Después de hacer esta visita nos fuimos a dar una vuelta por la calle más comercial, comimos algo  y luego nos acercamos al parlamento donde teníamos una visita concertada con guía en español. Para la visita hay que ir hasta la parte en que el parlamento mira al Danubio y por esa parte buscar El Centro de visitantes, puedes sacar la entrada por internet como hicimos nosotros o se puede sacar allí en unas máquinas que hay cuesta unos 2200 florines(6 euros y pico no creo que llegue a 7).
Llegamos nos pusimos a la cola que había para pasar por un arco de seguridad, a la hora de la visita se oye una voz en español que indica que después de pasar el arco hay que coger unos 🎧.
Pasamos el arco cogimos los cascos y empezó la visita que dura unos 40 minutos y explican un poco la historia de Hungría, la construcción del parlamento y como está divido y el uso que tiene, también se puede ver la joya de La Corona 👑 húngara, precisamente La Corona usada por todos los reyes húngaros después de San Esteban.
Después de la visita decidimos irnos a Buda para ver la iglesia de Matías, que el otro día, solo vimos por fuera debido a que cuando llegamos ya había cerrado. Es patrimonio de la humanidad y no es para menos.
La mandó construir Bela IV pero los siguientes reyes que hubo bien añadieron o modificaron algo, aunque el rey Matías fue el que la amplió y adorno en el año 1470 y por eso se llama la iglesia de Matías. En 1541 pasa a ser mezquita después de la invasión de los turcos. Y 150 años después queda arrasada cuando los turcos son echados de Hungría, seguirá sufriendo diferentes usos y modificaciones hasta la época en que Hungría estaba bajo dominio sovietico.
Hay una tumba en una de sus capillas con los restos de Bela III y su esposa.
Por otra parte hay una capilla con una virgen y niño negro que tiene una leyenda y es que se escondió la imagen entre los muros De la Iglesia y apareció cuando los turcos fueron expulsados de Hungria. Ademas es famosa por realizarse en ella coronaciones de reyes húngaros incluso alguna boda real.
Es visita obligada. El precio es 1500 florines al cambio unos 5€. Puedes hacer visita guiada pero está sujeta a horarios concretos.
Después bajamos poco a poco de Buda recreándonos en la puesta de sol, el Danubio y los impresionantes edificios que se pueden admirar en Budapest. Pasamos por nuestro alojamiento para descansar un poco y volver a salir de paseo a disfrutar del ambiente de Budapest, una ciudad llena de vida.
Fuimos al café central(una especie de café Gijón en Madrid) a tomar y comer algo, un café de 1887 que mantiene su aire bohemio, tiene música de piano en directo y que descubrimos gracias a Pedro Piqueras en un reportaje sobre Budapest. No tiene tanta fama como el café Central de Viena pero no hay que esperar colas y el personal es muy agradable.

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