jueves, 4 de junio de 2020

Día 83 de estado de alarma. Jueves de visita en el hospital

Hoy no madrugo tanto, tengo prueba en el hospital, a media mañana. La noche ha sido buena, vuelvo a dormir a pierna suelta.
Antes de ir al hospital, hacemos Miguel y yo unos recados que tenemos pendientes, llego al hospital y el protocolo a seguir es el siguiente, solo puedes ir con 15 minutos antes de la hora en la que estás citada, me habían llamado uno de estos días para decirme que se adelantaba mi prueba 15 minutos antes, bueno el caso es el siguiente, llegas a la puerta te preguntan hora de la cita si estás dentro de los 15 minutos previos pasas, si no, esperas fuera, a que se acerque la hora.
Una vez en la puerta, te Dan gel para las manos, te toman la temperatura, te Dan una mascarilla aunque lleves tu la tuya y si llevas guantes hay que quitárselos no están permitidos. 
Caminas por el pasillo y a mitad de el, hay dos chicas en una mesa donde tienes que indicar a donde vas y dar tus datos para que te busquen en una lista en la que aparecía la hora antigua, rápidamente tuve que explicar que se me había adelantado la cita 15 minutos, por eso no estaba dentro de la hora. 
Entonces sin problema me dejan pasar, ya no puedo volver si quiero ir por las escaleras hay que subir en el ascensor. 
Me despiste un poco y aparecí en una planta en la que no me era nada conocido, camine por la sala casi hasta al final, momento en que vi que me había perdido, y di la vuelta, no había nadie y todo estaba cerrado,cuando ya iba al ascensor me encontré con una persona con bata blanca a la que pregunte donde estaba mi consulta y ella me explicó que no estaba en el lugar correcto y por donde tenia que ir. 
Cuando llegue delante de la puerta a la que iba, había bastante gente en la sala de espera, si no fuera por las mascarillas podría ser perfectamente un día de antaño. 
Al final tengo que esperar y no es ni 15 minutos antes ni la hora, original, tuve que esperar y estuve menos tiempo dentro que fuera esperando.
Al final buenas noticias, las cosas van mejor de lo previsto, aunque sea una prueba de revisión rutinaria. 
A la vuelta, hacemos algunas compras para venir a comer, después de comer un poco de relax y al terminar yo me vuelvo a enganchar a la brocha gorda y terminando poco a poco las tareas que tenía pendientes mientras Miguel también hace tareas que el tiene pendiente.
Así nos pasa la tarde para terminar el día viendo una buena peli.

Cuida el interior tanto como el exterior, porque todo es uno.
Buda

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