lunes, 28 de mayo de 2018

Dia 1.llegada a Italia

La aventura comenzó hace ya unos cuantos meses cuando decidimos venir de visita a Salerno a visitar a Rosario y a Uri y aprovechar a recorrer el sur de Italia.
Teníamos que coger el avión a las 3:35 de la tarde en Santander, el vuelo con Ryanair, que ahora si no coges embarque prioritario tu maleta de cabina va en bodega de forma gratuita y tu bolso o mochila va debajo del asiento.
Llegamos a Santander sin novedad, pero una vez allí nos enteramos que el vuelo que debíamos coger procedente de Roma, ni siquiera había despegado debido a la huelga de controladores franceses en especial de Marsella.
Para estos casos, en los que hay que coger un vuelo la App flightradar24, te muestra en tiempo real como van los diferentes vuelos, permitiéndonos saber en cada momento cuánto tiempo faltaba para que llegara de Roma el avión que nosotros teníamos que coger. 
Al final el retraso fue de 1 hora y media.
Vamos a comprobar cómo pueden dos españoles viajar durante 13 días por Italia sin hablar inglés, ni italiano ( aunque al final si no hay más remedio pues se hablará inglés)
En el aeropuerto habíamos alquilado coche, la primera odisea fue dar con el lugar donde llevar la documentación seguimos las indicaciones de las flechas pero llegamos a ningún sitio, volvimos sobre nuestros pasos y preguntamos a una chica en un mostrador que nos indicó muy amable que debíamos coger un coche blanco(su español era un poco deficiente) pero fue muy amable, no encontramos coche blanco donde ella nos indicó, así que acabamos preguntando a un taxista que hablaba un poco de español, el coche blanco era un autobús gratuito que te lleva a otra parte del aeropuerto donde están las empresas de alquiler.
Cuando llegamos al mostrador nos encontramos con una mezcla de vampiresa y bruja, con pelo rojo llamada Tiziana, que nos habló en español con una pequeña mezcla de italiano, si la intención era acojonarnos lo consiguió, nos dijo que en el sur de Italia se conducía fatal y lo más difícil era llegar con el coche sin ningún rallonazo , y que en Nápoles no se podía dejar nada( nada de nada) en el coche. Quería espetarnos un seguro de 200 y pico euros por la cara. Directamente pasamos.
Me puse al volante del supersmart four four que alquilamos con un olor a nuevo que tiraba pa tras, y aquí empezó la superaventura, hay que lanzarse sin miedo, en alguna incorporación donde solo había un carril íbamos de dos en dos, si no hay hueco pq adelantar por la izquierda vamos por la derecha en una carrera esquivando obstáculos. Su limite de velocidad está en 130 así que la peña va al límite o por encima yo por debajo pq no dar cama en las curvas pronunciadas.
Pero por fin a las 11 de la noche, ya en el hotel en Ortona después de tres horas al volante y de un buen helado, toca descansar y mañana más.

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