miércoles, 30 de mayo de 2018

Día 3. Manfredonia - bari

El día empezó relajado desayunando en la terraza del b&b Aqua di sale, donde nos alojamos ayer, a las 9 y pico de la mañana con 26 grados de temperatura.
Decidimos subir al santuario de San Miguel Arcángel en el monte Sant'Angelo( el santuario más antiguo de Europa occidental y que es Patrimonio de la Humanidad), la carretera igual que subir a Tarna por las curvas, el asfalto está mejor, y es ancha, cuando llegas arriba te encuentras con un pueblo bastante peculiar, lo más acertado es dejar el coche en el parking que hay al llegar antes del santuario, aparcas y por vigilarte el coche te piden la voluntad.
Al santuario debes ir de forma recatada, me dio una señora (por cierto mal encarada) el toque porque no puedes estar en tirantes. El santuario se supone que está ahí porque en una gruta (en la que en teoría no puedes hacer fotos y todo dios está con la cámara y el móvil) se apareció el arcángel San Miguel, fue un lugar de peregrinación muy importante en la Edad Media. De lado casi del santuario, esta un castillo, te cobran 2 euros por entrar, está en bastantes buenas condiciones.
Bajamos de ahí y fuimos hacia la Basílica de Santa María la mayor, peculiar donde las halla, ya que sufrió distintas modificaciones desde la época de los romanos, pasando por varias fases en el medievo. Es de entrada libre, está muy bien cuidada,lo único que hay que hacer al salir es poner en un libro nombre, fecha y lugar de procedencia.
Ya después nos fuimos hacia el Castelo del Monte, decidimos ir por nacional y el GPS se encargó de meternos por carreteras donde encontrarse con un coche enfrente era un problema bastante serio.
A lo largo del camino seguimos viendo chicas ejerciendo la prostitucion  y auténticas temeridades conduciendo, como una furgoneta adelantando a otra y quedando pareadas con el coche que venía enfrente, o yo que ya me mimétice con los italianos y me cuesta un huevo respetar las velocidades, o ir detrás de una furgoneta que se salta un semáforo en rojo d obra y yo también.... Y por supuesto ya ir adelantando en raya continúa.
Cuanto más al sur, más cambia todo, ya se ve cuyo más inmigrante, más sucio todo y el conducir va  aumentando en temeridad. EL Castelo del monte se encuentra solo en un alto,  es patrimonio de la humanidad y una pasada ya que es de lo mejor conservado que vi hasta ahora en él tema de castillos, es de planta octogonal. Estuvo encarcelado el infante Enrique de Castilla, hijo de Fernsndo III el Santo.
Hay aparcamiento donde pagas la voluntad, y luego subes caminando como 300 m, la entrada cuesta 7 euros, hay audio guías pero no hay en español.
Después de ver el castillo nos dirigimos a Bari, dar con el hotel fue más o menos rápido pero lo peor fue encontrarnos en un cruce donde no hay semáforo y te vienen enfrente y por detrás coches y tienes que lanzarte a la aventura.
Después de dejar bártulos en el hotel, nos fuimos a ver la ciudad vieja de Bari, una auténtica pasada callejuelas estrechas con sus tendales llenos de ropa y las Peña sentada en sillas en la calle de cháchara. 
Visitamos la basílica de san Nicolás y nos encontramos con concierto de un coro, antes, visitamos la catedral de Bari dedicada a san Sabino, a pasar d todo no es comparable a la basílica de san Nicolás, para acabar cenando en la plaza mercantiles, llena de gente y con mucho ambiente de terrazas.
Volver al hotel por la calle de tiendas más famosas de Bari.
Solo con español no es posible sobrevivir al viaje, una vez más hubo ocasiones en las que no quedó otra que hablar en ingles.

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