martes, 5 de junio de 2018

Día 9. Salerno - Paestum - Herculano - Sorrento - Salerno

En un principio la intención era ir en barco por la Costa amalfitana pero nos levantamos y estaba nublado amenazando con caer tormenta, así que hubo cambio de planes y nos fuimos a Paestum, de las pocas ciudades griegas en Italia, con tres templos interesantes para ver, ni que decir tiene que si no te gusta ver ruinas pierdes el tiempo en Paestum.
De camino allí nos pilló la tormenta pero luego de llegar ya teníamos un sol de justicia calentando. Aparcamos a la entrada de la muralla en un parking improvisado donde no había zona azul. Con la entrada a las ruinas puedes acceder al museo arqueológico que hay al lado para mí lo más interesante fue la tumba d un soldado.
En Paestum estuvimos como dos o tres horas contando también la hora de comer, después sobre las tres de la tarde pusimos rumbo a Herculano, ciudad que quedó sepultada bajo la lava del vesubio a la vez que Pompeya, es una zona pequeña la que está descubierta pero hay cosas que están muy bien conservadas, lo que más impresiona son una especie de garajes que usaban para guardar cosas de pesca, donde aparecieron más de trescientos cadaveres, (pueden verse algunos esqueletos) de personas que fueron allí a refugiarse y murieron por las altas temperaturas que generó la eripcion del volcán. Seguía haciendo muchísimo calor pero lo bueno era que no había mucha gente.
 Herculano es menos visitado que Pompeya porque está tiene un espacio mucho mayor descubierto.
Aparcamos el coche en un parking que hay justo al lado de las ruinas y que como no es de pago, lo mejor es que hay máquina para pagar pero a nosotros nos cálculo el pago un señor mirando la hora de llegada y sumando con los dedos las horas para luego sumar mentalmente el precio, en Herculano estuvimos 2 horas y media más o menos.
Tomamos un refrigerio allí y después pusimos rumbo a Sorrento primero por autopista y luego ya por la costa por una carretera estrecha y llena de curvas donde como siempre los italianos van con conducción temeraria total y aquí encima añadimos las motos porque mucha gente las usa.
Bajando y viendo la Costa nos adelantó un coche que llevaba un frigorífico en la vaca.
El gps nos llevó al centro de Sorrento y sin darnos cuenta nos encontramos callejeando sin saber por dónde salir, con callejuelas muy estrechas en las que los retrovisores corrían auténtico peligro, cuando veíamos que la cosa se ponía ya muy negra, por fin, conseguimos ver un poco la luz cuando ya nos vimos en una calle normal, aparcamos en un parking por supuesto de pago, y dimos una vuelta por Sorrento con las calles llenas de gente, tiendas y bares a uno y otro lado de las calles, cenamos en una terraza y vuelta a Salerno, esta vez la vuelta fue por autopista.

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