sábado, 27 de octubre de 2018

Tu alma renacerá y no recordaras el dolor

Nunca pensé que iba a tener que despedirme de ti y mucho menos tan pronto, y la única forma que encuentro es escribiéndote estas palabras, porque no se hacerlo de otra manera, porque para mi, tu muerte fue inesperada, yo siempre pensé que saldrías de esta guerra victoriosa, pero no contaba que la esperanza y la lucha se toparon de frente con el destino que ya había jugado tus cartas.
Todo ha sido tan rápido!, a principios de año nadie se imaginaba lo que estaba por venir, ni siquiera tu misma, te alegrabas por nosotros, te habíamos dado la noticia de que nos casábamos en septiembre y habría celebración familiar, pero no pudimos estar todos, porque tu no estabas, la enfermedad te estaba llevando a pesar de lo que luchabas.
Ayer me desperté y de repente recordé la cantidad de momentos vividos, algunos ni sabia que estaban escondidos en mi memoria, muchos buenos, otros regulares y otros malos, porque vivimos de todo, pero es lo que tiene la familia de verdad, que esta para lo bueno y para lo malo. 
Desde que alcanza a recordar mi memoria tu estas presente, nochevieja en la picota, estabamos todas las primas, los sábados cenando por ahí, con tus padres y los míos, aprendiendo a esquiar en Tarna,la excursión de toda la familia a Fuente De,  cuando iba a tu casa y Jose me daba clases de informática, en aquella época que acabe el instituto y andaba buscando mi lugar en el mundo laboral, hay tantos momentos! y no tan lejanos!! cuando me visitabas a media mañana en el hospital, llegabas y me decías tengo poco tiempo que me acabo de escapar, que tal sigues?, necesitas algo? o, las comidas los fines de semana en Tarna,..., fiestas fin de verano, las partidas maratonianas al tute, no se hay tantos momentos que vienen a mi memoria!.

Cuando me contaste que estabas enferma, hicimos un calculo y las dos hablamos que para la boda ya estaría todo superado y nos veríamos allí, destino traicionero que nos engañó.

La ultima vez que te vi fue en el hospital, tenia miedo de ir por ver como te encontraría porque quería verte como siempre, como tu eras, y así te encontré, optimista, fuerte y alegre, a pesar de que la enfermedad había empeorado, con tu pelo corto y blanco, tus ojos azules pintados y tus labios rojos, te vi tan bién que yo seguía pensando que todo quedaría en un mal sueño y vendrían tiempos mejores, pero la procesión iba por dentro.

A una semana de la boda hablamos y me dijiste que no podrías ir muy a tu pesar, que te hubiera gustado estar y a mi que estuvieses, porque aunque no lo creas si me acorde de ti en muchos momentos. Dejamos la celebración pendiente...

Y a pesar de todo, hace tres semanas, no te olvidaste de mi cumpleaños. Celebración junto con tu cumpleaños que también nos quedó pendiente...pero no te preocupes cuando piense en ti y las lágrimas den paso a una sonrisa, brindaré por nosotras😘.

Hace unos días, fue la ultima vez que hablamos por teléfono, fui al hospital a hacerme una prueba y al salir no hice lo de siempre que era ir a tu despacho a verte, así que decidí llamarte en ese mismo momento y no esperar a la noche, tu no quisiste que fuera a verte, tu ya sabias que la cosa no iba nada bien, pero yo en mi inocencia esperanzada seguía pensando que era un bache de la enfermedad y que remontarías, porque yo sigo pensando que los milagros existen y que a las personas buenas de vez en cuando les sucede alguno.

Se que llevabas meses sin tener un día sin sufrir algún dolor, a lo mejor no entendí el milagro y era que dejaras de sufrir, pero no era ese el milagro que yo esperaba.

Hace dos días cuando estaba lista para ir a trabajar, sonó mi móvil y Rocio me dió la noticia, yo no podía creerlo, aun hoy, días después, sigo sin poder creérmelo. 

En tu velatorio, Miguel me dijo que no sufriera por ti, que tu ya no sufres y que ahora estas mejor aunque no estés con nosotros, que un día tu alma renacerá y no recordaras el dolor!.



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