lunes, 15 de octubre de 2018

Y al final el resumen es...

Terminó el viaje y atrás quedaron Budapest y Viena, con las ganas de poder volver a Budapest en alguna Navidad para disfrutar de sus mercadillos, de sus balnearios y por supuesto, de su ambiente.
Nos encantó Budapest, es una ciudad con mucha gente, entre turistas y residentes, sus gentes tienen fama de ser un poco bordes pero yo más bien diría serios, aunque en nuestro caso la mayoría de la gente era muy amable.
Cuando paseas por sus calles hay que tener en cuenta que hay carril bici y lo más fácil es ir caminando por este carril sin darse cuenta y acabar teniendo un percance con algún ciclista.
Nos resulto curioso que en las calles se indica la numeración de los portales con placas que aparte del nombre de la calle tienen una flecha que puede apuntar, bien a derecha o a izquierda con el rango de números de portales que hay en dicha calle, con lo que rápidamente encuentras el portal al que quieres ir.
Por otra parte, el metro es el transporte más rápido y solo tiene 4 líneas, con lo cual es fácil ir a cualquier sitio. En todas las paradas hay taquillas o bien en la calle máquinas donde comprar el billete y aunque esto pueda parecer totalmente lógico y normal, en algún que otro metro de otras ciudades hemos  llegado a la parada y no había donde comprar el billete ni tampoco revisor con lo cual nos colamos.
En el metro hay muchos revisores por lo que es conveniente llevar contigo el billete y no tirarlo a las primeras de cambio, es importante saber que si vas a hacer un cambio de línea el billete sencillo no sirve, hay que tenerlo en cuenta a la hora de sacar el billete en la máquina y fijarse en todas las posibilidades que nos ofrece.
No se puede dejar pasar la visita a un balneario, como recomendación personal, el móvil mejor dejarlo en la taquilla para disfrutar a tope de la experiencia porque uno se pone a hacer fotos y ya no disfruta de lo realmente importa, que es relajarse en sus aguas termales.
Altamente recomendable es hacer un crucero por el Danubio para admirar las vistas de Buda y de la zona de Pest, Nosotros tuvimos cena y actuación en el barco pero también se puede realizar el crucero solo.
Budapest a la hora de comer es una ciudad barata, sin embargo no ocurre lo mismo con la ropa , ya que el precio de esta es similar a España. Nos comentaron que los austriacos iban a Budapest de compras a las tiendas de marca caras porque les sale mas barato, damos fe que en Viena es todo mucho mas caro.
Si se va con tiempo de sobra a Budapest se puede acercar uno a Bratislava en tren, nosotros no hemos ido pero dicen que con un día para ver la ciudad es suficiente, también se puede uno acercar a Viena porque en tren en unas dos horas y media llegas. Nosotros estuvimos dos dias, para nosotros, tiempo suficiente para conocerla un poco, eso sí, hay que ir con un buen fajo de euros, todo es el doble más caro que en España, y como se vaya a entrar en monumentos las entradas son muy caras..
En las estaciones de tren de Viena y Budapest si quieres ir al baño hay que pagar.
Otra cosa a tener en cuenta es que en Budapest es muy raro que puedas pagar con euros, no los quieren.
En casi todos los sitios te ponen la equivalencia en euros.
Con respecto al cambio de moneda no es necesario llevar la moneda local desde España, porque allí hay multitud de oficinas para poder cambiarlo. Nosotros recomendamos llevar euros y cambiarlos allí porque si se hace aqui en España los bancos nos dan el palo con el cambio y con la comisión, allí hay sitios donde no pagas comisión y te sale más rentable.
Si se da el caso de que cambies el dinero aquí en España antes de marchar, cuando tu banco te quiera cobrar comisión, hay que pedir hablar con el director y seguro que te la quitan como en nuestro caso que sino tocaba pagar 35€.
En Budapest no encontramos gente de allí que hablase español,  las opciones son húngaro o sino Ingles,  es una buena opción para practicar de ingles :-)


No hay comentarios:

Publicar un comentario