sábado, 14 de marzo de 2020

Dia 3. Aislamiento voluntario. Estado de alarma

Día 3 y parece ya que llevamos media vida en aislamiento, la falta de costumbre, pero todavía no hemos atacado la despensa ni la nevera, seguimos resistiendo. El gobierno después de toda la mañana de reunión decretó el estado de alarma debido a la epidemia sanitaria. 
Al igual que el resto de días los casos de contagio siguen aumentando y las muertes también, El gobierno del principado ha decretado desde ayer a las 12 de la noche del cierre de todo aquello que no sean supermercados, farmacias, tiendas de comestible o kioscos y gasolineras.Pero la medida no ha sido acatada por todo el mundo, algunos negocios permanecían abiertos y con gente.
Se supone que debemos estar en casa aislados solo los que vivimos en la casa pero la gente se lo toma bastante a la ligera y se juntan las familias, para comer y pasar el día, seguimos sin tener claro como funciona el aislamiento, estamos en el tercer día, cuando llevemos un mes la gente no se como lo va a llevar.
Desde sanidad piden a algunos famosos e influencers que intenten convencer a sus seguidores de que se queden en casa y yo me pregunto ¿Son tontos, tontas? si el gobierno dice que hay que quedarse en casa y decreta un estado de alarma ¿no es lo suficientemente claro?.
Por otra parte, todas aquellas personas que se fueron a la costa a disfrutar a pleno sol de la playa ¿En que coño están pensando? el quédate en casa no es ir a la playa, a mi también me gustaría coger mi coche y irme por ahí de excursión pero es lo que hay.
Lo mas triste de todo son todas las personas que se ven obligadas a salir por causa de su trabajo y esto las obliga a exponerse al contagio, que seguro estarían encantadas de quedarse en casa mientras la panda de borregos va de excursión a hacer rutas senderistas, a los parques, a la playa, o incluso a tomar sidra a una terraza, da pena y dolor ver el vídeo del chaval de gijón que increpa a los de una sidreria por estar abierta y servir bebida a los clientes o los impresentables que después de dar positivo en coronavirus cogen un alsa y se vienen de Madrid a asturias y los tienen que bajar en león, lamentable.
Ahora entiendo porque todos los años nos explican como funcionan las campanadas de fin de año.

La cuestión es que vivimos en una sociedad desordenada y desorganizada en que cada uno va a lo suyo y no se preocupa por los demás, aunque a pesar de todo eso todavía existe algo de solidaridad.

Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy seguro. Albert Einstein

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