Día 27 de estado de alarma.Jueves Santo

Hoy es Jueves Santo, y encima hace buen día, toca levantarse maquearse, y salir al mercado a la Pola, todos los jueves santos me encuentro con gente que vive fuera, algunas personas son familia que retornan a pasar la semana santa con los suyos, es el típico día del año que sabes que vas a ver gente que puedes ver dos veces al año como mucho, después toca tomar el vermut generalmente con la family y después irnos de espicha por ahí a comer donde encontremos hueco, y más si hace buen día. Ah no! que aunque es jueves santo, sera recordado principalmente por el primer jueves santo que nos pasamos en casa confinados.

En tres días hacemos un mes de confinamiento y viendo la tele veia como había atascos en las salidas de Madrid para irse a pasar estos días a la segunda residencia, seguimos sin ser conscientes de la gravedad de la situación, y es que al final no es de extrañar que la gente se lo tome todo a la ligera , ya que, acabo de leer un articulo en un periódico digital donde dos personas que han sufrido covid-19 y están curados dicen que en la tele solo nos ponen lo malo y que no es tan grave, y yo me pregunto ¿qué malo? que la gente aplauda cada vez que alguien se cura?, que se aplauda cuando alguien sale de la UCI? que se aplauda a las 8 de la tarde a los sanitarios y resto de gente que se juega la vida? eso es lo que nos muestran porque para la mente humana es más fácil y más rápido creer aquellas noticias que son positivas, nos acostumbramos mas rápido a lo bueno que a lo malo, pero no señores míos, ustedes han tenido mucha suerte, han  salido de la enfermedad, pero llegados a este punto, todos conocemos a alguien que ha muerto, y muerto por el covid-19, que se quedado completamente solo/a en el hospital sin tener a su familia cerca, y hay quien después de morirse no se sabe donde esta, sus familiares pasan por la pena de no saber que pasa con sus restos, hay gente que esta hasta casi 20 días sin saber nada de su familiar, los turnos de horas que hacen los sanitarios sin saber cuando llegan a su casa si están contagiados o no y mantienen toda la distancias que les es posible con los que están en casa, si eso no es duro y penoso, entonces no se.

Esta muy bien mantener la esperanza pero hay que tener los pies en el suelo para poder luchar y para eso hay que saber la verdad, porque si no sabemos la verdad, esto puede hacer que al no ver el peligro, bajemos la guardia, no tomemos las medidas necesarias y acabemos enfermos de covi-19  o peor aun contagiemos a otras personas. Para saber la verdad, hay que contarla pero parece que por lo visto también esta oculta pues la contabilización de muertes por covid-19, es muy subgeneris, no se considera  muerte por covid-19 si no se ha muerto en el hospital, pero que coño? de que estamos hablando? esto es surrealista.
El día, al final, pasa sin pena ni gloria, aprovecho todo el tiempo que puedo para estar afuera ya que no llueve y la temperatura es muy buena para deslanar a la peluche y jugar un poco con ella y mientras estoy sentada al lado de la puerta me doi cuenta que están brotando nuevos tallos y hojas en el arbol frutal que tenemos delante de casa, como decía Machado "la primavera ha venido, nadie sabe como ha sido".
No dejo de lado hacer deporte, asi que, a la hora habitual, Miguel y yo nos ponemos a ello. acabo el dia con el grupo de meditación y relajación, con la buena noticia de que por fin sale de la UCI la persona a la que enviamos cada noche toda nuestra fuerza.

La verdad no mancha los labios de quien la dice, sino la conciencia de quien la oculta. 

Desconocido