Hoy cumplimos la cuarentena, estamos en el día 40 de estado de alarma.
Estos últimos días estoy durmiendo bien cuando suena el despertador me cuesta levantarme cuando antes ya estaba despierta antes de que sonara.
La misma rutina de todos los días, la mañana pasa rápido pegada al ordenador, cuando voy a comer me tengo los ojos cansados y es que me he dado cuenta de que algunos días se pasan entre pantalla de ordenador, pantalla de móvil y pantalla de tele. Es lo que tiene estar en casa.
Después de comer hoy no tengo ganas de hacer nada me duele un poco la cabeza así que me paso media tarde en el sofá, recibo la visita de Miguel necesitaba que me trajera unas cosas que yo no pude conseguir, mantenemos la distancia de seguridad como dos conocidos no pasa de la acera de la calle y nos vemos a través de la portilla, la sensación resulta un poco rara, alguien a quien quieres con quien compartes todo de tu vida, la peluche en cuanto le ve empieza a menear el rabo y a ponerse nerviosa siempre lo hace cuando Miguel llega a casa pero esta vez no entiende porque llega pero no se acerca, porque no cruza la verja sube sus patas delanteras en la verja poniéndose de pie en busca de sus caricias y sus mimos pero acaba escondiéndose detrás de mi, pegándose a mis piernas hasta que pierde el interés y se va a jugar con su pelota para luego volver y ponerse de nuevo junto a mi, mientras observa como el coche de Miguel se va, en cuando desaparece el coche se va en busca de su pelota de nuevo y empieza a jugar con ella.
Me quedo un poco fuera con ella jugando con la pelota, hoy no llueve pero el día esta nublado y ya veo que hoy tampoco se podrá ver la lluvia de estrellas.
Vuelvo al sofá y veo un poco la tele, alguna serie luego llega la hora de entrenar como siempre primero con la jefa y después con Miguel.
A la hora de la cena veo un poco las noticias, la cuestión estos días es el tema de que los niños salgan a la calle, al principio se iba a permitir la salida con un adulto a la farmacia, al banco y a los supermercados, desde mi punto de vista para que necesitan salir los niños a esos sitios? a contagiarse y contagiar a los de casa, ya que son unos excelentes transmisores de las enfermedades, que sentido tiene sacar a un niño de casa para ir al supermercado? donde tienes que estar pendiente de el y de la gente que tienes alrededor para que se mantenga la distancia de seguridad, lo cierto es que me parece una medida absurda, al final, la responsabilidad sera de los padres, y allá cada uno que actué en consecuencia, a lo mejor hay que llevarlos amarrados para que no toquen nada, para que no se alejen... al final con las criticas en redes sociales por esta medida que muchos padres consideran de locos, a las pocas horas ya se modifica el tema y se les permite salir a dar un paseo corto, en estas muchos padres de adolescentes se quejan en redes sociales de por que los pequeños si y los adolescentes no? y al paso que vamos si hay muchas quejas volverán a modificar la medida y al final todos acabaremos quejándonos, de tal manera, que todos estaremos de nuevo en la calle.
A pesar de la situación, no me quejo en absoluto, al contrario, muchos días en los que tengo el animo y el pensamiento positivo a tope, pienso en la suerte que tengo de poder seguir trabajando y de tener a todos los míos confinados en casa sin que ninguno hasta día de hoy haya enfermado, aunque los eche mucho de menos y los tenga que ver a través de una pantalla.
Por encima de las nubes nunca llueve. Si ves tu mundo gris.. es que no te has elevado lo suficiente.
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