lunes, 25 de mayo de 2020

Día 73 de estado de alarma. Lunes 25 de mayo

Después de varios días autoconvenciendome de que todo iría bien, que haría la prueba sin problema, luchando contra mis miedos, e intentando afrontarlos, por fin llego el tan ansiado lunes para mi, bueno si he de ser sincera quería que llegara y pasara lo mas rápido posible y por otro lado, que no llegara nunca, pero como el tiempo es inexorable llegó y esto fue lo que pasó.
Dormí bien durante la noche pero a eso de las 6 de la mañana me desperté, y ya me era muy difícil conciliar el sueño de nuevo, mi mente llevaba pensamientos negativos sobre la prueba que no conseguía apartarlos, y cuando lo hacia al poco rato volvían, así que decidí ponerme a escuchar la radio para distraer mi mente traicionera. Y surtió bastante buen efecto porque conseguía centrarme en lo que escuchaba y cuando no me quedaba dormida. Y así, en una de estas cuando mas plácidamente estaba durmiendo de nuevo, sonó el despertador, ahí ya no había más tiempo había que levantarse, ducharse e irse, tenia que hacer la prueba en ayunas.
De camino al hospital mis nervios estaban empezando a mostrarse ya, y a las 11 como un clavo estábamos Miguel y yo en el hospital, nos acercamos al mostrador y la chica nos dijo que tenia tres personas delante para hacer la prueba que iba con mucho retraso si quería esperar o dejar mi teléfono y que me llamara cuando se acercaba mi hora, lógicamente, opte por dejar mi numero y que me llamara. 
Nos fuimos a dar un paseo por Villa, tampoco podíamos parar en una terraza porque yo no podía tomar nada, así que después de una hora de paseo cuando entrabamos por la puerta me estaba sonando el teléfono, era la chica para informar que ya faltaba poco, por supuesto a Miguel no lo dejaron entrar ya que yo no era discapacitada, ni dependiente, así que el se fue a hacer recados y dar un paseo y yo me quede con un señor en la sala de espera. Hasta ese momento, el paseo me había relajado y estaba bastante tranquila pero en el momento que te dan el papel de firma de consentimiento y empiezas a leer, bueno como que te da un poco de cosilla y ahí empece a ponerme un poco nerviosa, como no podía parar empece a caminar de un lado al otro de la sala, así durante media hora, momento en que llamaron y mis nervios fueron desapareciendo.
Pase a la sala donde debía dejar la ropa y todo lo metálico que llevaba, la chica llego a buscarme y me reconoció de la ultima vez para ella habían pasado solo unos meses pero yo tenia muy claro el tiempo 1 año y medio, entre en la sala, iba bastante calmada, al ver la máquina, empezaron otra vez a aparecer mis nervios, pero ya era tarde, no podía escapar, así que, tocaba afrontar la situación, después de toda la parafernalia que te ponen encima para que no te muevas y el timbre por si tienes algún problema, el cual, agarre con toda la fuerza de la que era capaz, sin dejarme quitar la mascarilla, me metieron en la máquina, y tome la decisión correcta cuando decidí cerrar los ojos durante toda la sesión, e intentar controlar mi respiración que a ratos parecía un poco agitada, poco a poco conseguí controlarla. Iba intentando contar el tiempo por los ruidos de la máquina y cuando pensaba que llevaba 20 minutos me sacaron para decirme que tenia una segunda parte de la prueba y consistía en inyectarme un liquido y volver a dentro de la maquina, mi gozo en un pozo, todavía no me libraba de la maquina.
Así que, de nuevo a dentro, esta vez según mi calculo serian unos 10 minutos, en total 35 minutos. Cuando me sacaron de la maquina y fui por mi ropa y lo primero que hice fue mirar mi reloj, mi concepto de la duración del tiempo no coincide para nada con la realidad había pasado una hora y 10 minutos.
Salí de allí como alma que lleva el diablo, fue como si me hubiesen quitado un gran peso de encima, pero tuve que volver, había que ir a pedir cita para consulta y ver el resultado de la prueba, era muy raro caminar por aquellos pasillos del hospital vacíos, pasar por la cafetería donde todas las luces estaban apagadas y en consultas no había nadie, cuando suele estar abarrotado todo el hospital de gente.
Miguel ya estaba esperándome, así que nos vinimos a comer, comimos todos al aire libre bajo la sombrilla y después cuando todos se fueron yo me quede descansando en la sombra, para mas tarde salir a dar un paseo con Miguel.
Termina el día y prueba conseguida.

Los limites como los miedos, a menudo son solo una ilusión.
Michael Jordan

No hay comentarios:

Publicar un comentario