viernes, 29 de mayo de 2020

Día 77 del estado de alarma. Viernes 29 de mayo

Último día laborable de la semana, que por cierto es la primera semana de todo este periodo raro que me suple un montón, por la falta de costumbre de madrugar tanto. A pesar de la noche de calor, yo duermo como un lirón y me despiertan a las 6 de la mañana los fuertes ladridos de la peluche por delante de casa pasa un caminante desconocido para ella, creo que despertó a todo el barrio con su potencia cuando ladra.
El despertador suena y hay que levantarse, al subir la persiana se ve otro día genial, despejado, sin nubes y el cielo azúl, no está frío, hoy va a ser un buen día de calor, cada día es más fuerte el calor.
La mañana me suple un poco, porque encima hace mucho calor, después de varios meses trabajando desde otra ubicación no me acordaba ya de lo que podía llegar a sudar. 
Volvemos a aprovechar la comida al sol, debajo de la sombrilla pero calienta, el coche marcaba 38 grados. 
Parte de la tarde la dedico a comprar y la otra parte a estar tirados Miguel y yo delante de casa a la sombra. 
Hoy ni de coña hacer deporte, demasiado calor y con este tema llevo desde el lunes sin rascar bola. 
Parece ser que el calor nos está afectando, hoy ha sido un día raro, desde que me he levantado, han pasado cosas sin importancia pero que han puesto mis nervios a prueba, y en algún momento los he perdido, cosa que no me gusta y luego me arrepiento de esos arrebatos en que salta el chip, este calor me transforma. 
La noche se vuelve más tranquila, cena y peli. A ver como se presenta mañana. 

Por esos días raros que todos tenemos a veces. 

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